El precio por metro cuadrado no es el único factor que determina el costo. A partir del proyecto se puede lograr que la vivienda resulte más económica y aun más grande.
«Su casa a tantos $ el metro cuadrado», es un anuncio que atrae a los clientes que desean gastar lo menos posible en la construcción de su vivienda. Conviene prevenirse de la reducción de los costos por ese camino.
Una casa puede resultar más económica y aun mas grande que otra de menor costo por metro cuadrado.
¿Cómo? A partir de la consulta puntual del caso.
Es frecuente encontrar paredes superfluas y pasillos oscuros aún en casas de campo, rodeadas por el verde. A veces las funciones se duplican innecesariamente –comedor diario, comedor y quincho, por ejemplo– tan solo por no haber realizado de manera inteligente el interrogatorio al dueño de casa.
Los pedidos originales del cliente deben ser reelaborados con la conducción de su arquitecto. El baño para la pileta (para que los chicos no entren mojados a la casa) puede ser reemplazado por un «bañ-lav» (cruza de baño con lavadero y ducha exterior). Evitar paredes y espacios innecesarios permite reducir metros cuadrados y hacer más grandes los espacios habitables. Economía (del griego «oikos» casa) quiere decir «distribuir con acierto» que no es lo mismo que construir barato.
¿Hay recetas?
Si esta buscando recetas no aconsejo ese camino. La casa de una familia no puede pasar solo por la variable dinero, tambien estan las espectativas, sus necesidades y las caracteristicas propias de la situacion (el lugar y su viabilidad). Hay que analizar cada caso para poder abordar a la mejor solución. El diseño de una casa no debe ser un tema menor (cosa que en la mayor parte de las veces lo es) y cuando se este por comenzar (una ampliacion, crecimiento, modificacion, etc) por más chica que sea esa intervención, no deje de consultar al profesional para tener las herramientas necesarias para tomar la mejor desicion, muchas veces un solo paso ayuda: la visita o consulta en estudio.
Un buen proyecto debe ser el resultado de la participación creativa, consciente y organizada ente cliente y arquitecto. El producto final es el resultado de la colaboración entre ambos.
Como se ve, la economía no depende tanto del precio por metro cuadrado, como del pensamiento inteligente y participativo anterior a la obra. Pensar bien es lo más económico que hay.