Incertidumbre costos construcción: 7 errores al solicitar presupuestos

Estas pensando en ampliar, reformar o construir. Tenés una idea de lo que deseas hacer. Ahora necesitas saber cuánto cuesta, sale o vale y si es posible con equis presupuesto. Aquí los clásicos 8 caminos harto conocidos que deberías evitar al solicitar o pedir una cotización o presupuesto para abordar la construcción sin sobresaltos ni sobrecostos.

1) El infartante costo por metro cuadrado

Es el camino más difundido en la calle. Sin embargo es el más nefasto, inexacto e inviable. Son números generales o muy globales que no se sabe quién lo calculo, que incluye y que caso de construcción determina. Por desgracia, este mal hábito, harto difundido, es más fuerte entre la gente para hacer “cálculos rápidos” que por desgracia lejos coincide con lo que uno está necesitando.

2) Llave en mano

Es una opción cómoda y que se siente bien escuchar (más para una obra de construcción sea la que fuere). Desligarse y sentir que hay alguien que lo hace y resuelve todo es bienvenido. El abarcar “todo” implica esconder o minimizar lo que usted no pregunto. El sistema está pensado para aquel que quiere escuchar solo números y listo. Este camino es el más costoso (caro de plata, dinero) y casi incomparable con otro mismo constructor que también ofrece el mismo sistema (llave en mano) pero con otro “combo diferente”. Su extremada simplificación y el cliente que no invierte tiempo en asesorarse, se lanza a un sistema que esconde “mañas” que a corto plazo no garantiza un resultado. Lo caro no siempre es mejor.

3) Enamorarse de un sistema constructivo

La multiplicidad de formas de construir y sus variaciones sumado al hecho de que por equis motivo una familia abordo la conclusión de materializar su obra con cierto sistema, implica no darse la oportunidad de ir un paso más y ampliar opciones e información clave. La consulta directa y tajante sobre la “viabilidad de tal sistema” tampoco es un camino conveniente ya que muchos de los sistemas que tienen nombre y apellido dan la solución de boca de un vendedor que lo pinta como el sistema mágico ideal para usted.

4) Cotización de un plano (sacado de internet)

O un boceto o incluso un 3d realizado por el propio propietario. Son muchos los que resuelven su casa con un Autocad, pero por desgracia este camino no resuelve temas técnicos, resoluciones constructivas o cumplimiento de leyes u ordenanzas municipales. Es larga la lista. Si ya cuenta con alguna idea lo mejor es abordar la consulta en estudio.

5) El baile del constructor

Otro modo muy habitual, en el camino de los costos, es citar directamente a un constructor y comentarle que es lo que deseamos ejecutar. Por lo general, se cita mínimo dos o tres (para comparar). Pero la falta de información por parte del cliente, sumado a la charla informal y el recorrido rápida en el lugar sumado a que entre constructor y constructor difieren las charlas, da como resultados cotizaciones generales que se resumen en un solo número muy dispares e incomparables entre sí.

6) Descripciones técnicas insuficientes o inadmisibles

Hay casos que al igual que los anteriores va un poco más allá y solicita un listado mínimo de tareas a ejecutar y presupuestar. Este caso es el más frágil porque la decisión técnica que tomo el cliente será la excusa del constructor a lo que dan las clásicas confrontaciones harto conocidas de un lado y del otro en el medio de plena obra  “yo hice lo que vos me dijiste y eso no está incluido en la cotización” y del otro “pero vos lo tendrías que saber”

7) Autoconstrucción o el hágalo usted mismo

Si el dinero es un problema muchos autodidactas van al extremo. Son sus propios maestros, averiguan todo y si pueden lo ejecutan ellos mismos. No es una descabellada opción, sin embargo el querer abarcar un tema tan serio como la construcción y no divisar opciones con la consulta puede acarrear desde patologías constructivas, costos mayores en el tiempo, falta de planificación hasta futuros inconvenientes al desear registrar una construcción clandestina que no cumple con normas y códigos urbanos. El listado es amplio.

 

Conclusión: qué hacer entonces?

La viabilidad de costos es posible con la consulta profesional, comentando necesidades y explotando opciones y caminos que minimicen improvisaciones y maximicen resultados.