Comparativa de los distintos tipos de cubiertas

Techos planos e inclinados. Los materiales y las técnicas que más se usan. Su capacidad aislante contra el frío y el calor. Ventajas y desventajas.

Para evaluar la decisión del techo no cabe duda que lo mejor es antes consultar el caso particular de cada necesidad con un profesional. Evitando consejos o a modo de recetarios solo expongo una breve introducción de lo que sin duda se debe evaluar en el proceso de diseño y que implica un sinnúmero de factores.
No consultar a un profesional implica no vislumbrar opciones.
En la decisión de un techo (que es una parte de un todo y no un catalogo de partes a elegir, insisto) están las cuestiones estéticas (llamado subjetivo) y las técnicas (más objetiva) de costos, etc.

Clima: sin duda, el primer aspecto para considerar es el lugar donde está ubicada la casa. Si se trata de una zona con lluvias copiosas y muy frecuentes, la balanza se inclinara para el lado de los techos inclinados. La razón es bastante evidente: dada la pronunciada inclinación de la cubierta, el agua se evacuara fácilmente. Esto no invalida que se puedan hacer techos planos si la estética de la casa lo impone. Eso si: habrá que tomar más precauciones para asegurarse de que una vez terminada la construcción no aparezcan las malditas goteras.
En realidad, un techo plano no es estrictamente horizontal: si no, el agua no escurriría. Se los denomina así por la pendiente promedio de un techo plano (entre 1 y 3 centímetros por cada metro de desarrollo horizontal) es sensiblemente menor a la de un techo de tejas: ésta puede oscilar entre 0,30 metro como mínimo hasta un metro de desarrollo horizontal de techo. Por lo tanto es más probable que ante lluvias fuertes el agua se acumule mucho más en un techo plano que en uno inclinado. Y así, aumentarán las posibilidades de filtraciones. Sobre todo si el techo no tiene bien resueltos los encuentros de la aislación con las paredes (las llamadas babetas). O si no fueron bien construidas las uniones en los embudos o rejillas por donde se desagotara el agua.
Si nieva, la elección es una sola: en estos casos se impone el techo inclinado. Incluso, si es posible, convendrá que el techo sea lo más simple que se pueda. Así se evitan los quiebres –denominados limahoyas y limatesas-, que son los puntos débiles de un techo inclinado.

Vegetación. Las zonas muy arboladas son un peligro para los techos. Porque las hojas suelen obstruir los desagües. En estos casos se aconsejan recurrir al techo plano con libre escurrimiento, es decir sin canaletas. De esta manera, las hojas no serán retenidas por ningún elemento constructivo del techo. Esta técnica de evitar los caños de desagüe y, en cambio, dejar aleros de libre escurrimiento también podría utilizarse con techos planos. En ese caso, habría que balancear si estéticamente es aceptable en relación con la imagen final de la casa. Otro aspecto que hay que poner en la balanza para decidir el techo que se le pondrá a la casa tiene que ver con el uso que se le dará: si será accesible o no. Si se lo va a usar como terraza deberá optarse por un techo plano.

Dentro de esta opción, se encuentran varias posibilidades de terminación. La habitual es la terraza con las típicas baldosas coloradas. Pero también se puede hacer una terraza-jardín que da la posibilidad de ganar más espacio en casas donde no hay mucho patio o fondo.
Un techo-jardín tiene una técnica especial de construcción. Además de una buena aislación hidrófuga, se le deberá colocar un manto de pedregullo o piedra partida por debajo de la tierra vegetal. Así, la piedra funciona como filtro que impide que los desagües se tapen con la tierra. Una opción intermedia es la combinación de los techos planos con los inclinados. En esta variante, las partes planas generalmente se utilizan como balcones terraza, mientras que la mayor parte del techo se construye inclinada.

La aislación térmica

Un techo no es bueno tan sólo porque evita que se filtre el agua de lluvia. Tampoco debe dejar que pase el calor en el verano ni el frio en el invierno.
A esa capacidad se la llama aislación térmica. Se logra de infinitas maneras o técnicas (aunque por lo general no se la hace o se la salta) pero casi todas se basan en la incorporación de una o varias capas de materiales livianos y porosos como el poliestireno expandido (mal llamado telgopor), la lana de vidrio o el spray de poliuretano, las placas de poliuretano rigido, placas de roca mineral rigido entre tantas. Estos aislantes se pueden utilizar tanto en los techos planos como los inclinados. Solo variara la manera de disponer el “sándwich” de los distintos materiales componentes del techo, clave del diseño constructivo.

El efecto invisible del vapor de agua en baños y cocinas

También hay que considerar la colocación de una capa denominada barrera de vapor. En los techos planos ésta se puede materializar con pintura impermeable, y en los inclinados de teja o chapa puede hacerse una lámina de nailon o polietileno. La función que cumple la barrera de vapor es impedir que se condense humedad en la cara inferior del techo o, lo que es peor, dentro de la misma estructura de la cubierta. El peso del techo es otro de los puntos que se pueden incidir en la elección de la cubierta. Por lo general, los techos planos –construidos con losas de hormigón, ya sean macizas o de bloques cerámicas con viguetas (mal llamada tipo sapo)- entran en la categoría de cubiertas pesadas. En cambio los techos inclinados suelen ser livianos porque se construyen con delgadas estructuras de madera o metálicas.
Si el techo será inaccesible conviene colocar una cubierta liviana porque se quitara peso a la estructura de sostén de la construcción. A medio camino entre los planos y los inclinados se encuentran los techos curvos. Y por sus características se los puede asimilar tanto a un techo liviano como a uno pesado.

El mercado y las novedades

El mercado actual ofrece una buena cantidad de nuevos productos para cubrir tanto los techos planos como a los inclinados. Por ejemplo, las tradicionales tejas cerámicas ahora son emuladas por una cubierta de chapa estampada que las imitan. También hay tejas de fibrocemento y hasta de caucho reciclado. Por su parte, las típicas chapas de acero onduladas hoy pueden ser reemplazadas por unos paneles sándwich fabricados con dos piezas de chapa pintada con una aislación intermedia inyectada de poliuretano. Estos paneles son autoportantes: no necesitan una estructura auxiliar de sostén. Y vienen en largos que alcanzan los 12 metros.
En los techos planos también aparecieron materiales innovadores. Uno de ellos es una membrana aislante combinada con un material pétreo granulado que la hace transitable. Otro, el de membrana de PVC.

No tiene un arquitecto cabecera? contáctese!

Algunos servicios